Llegó así de nuevo a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
La vuelta de Jesús a Caná cierra un ciclo que incluye su actuación en Jerusalén y sus bautismos en Judea. Su primer contacto con el centro han provocado reacciones equivocadas (2,23ss) y, además, abierta hostilidad en los círculos adictos a la Ley (4,1-3). En suma, incomprensión. La vuelta al lugar de su primera señal pone fin a su primera etapa y va a constituir un nuevo principio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario