Mostrando entradas con la etiqueta 1b. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 1b. Mostrar todas las entradas

sábado, 5 de agosto de 2023

Jn 20,1b

 <<por la mañana temprano, todavía en tinieblas, fue María Magdalena al sepulcro y vio la losa quitada del sepulcro>>.

Por la mañana temprano indica un momento en que ya hay luz (18,28); cronológicamente, este dato es difícil de conciliar con el que sigue: todavía en tinieblas. Según el lenguaje de Jn sin embargo, <<la tiniebla>> designa la ideología contraria a la verdad de la vida (1,5; 3,19; 6,17; 12,35). María va al sepulcro poseída por la falsa concepción de la muerte, y no se da cuenta de que el día ha comenzado ya. De hecho, va a buscar a Jesús en el sepulcro. Es clara la alusión al Cantar (3,1: <<En mi cama, por la noche, buscaba el amor de mi alma; lo busqué y no lo encontré ... Por las calles y plazas ... lo busqué y no lo encontré>>). María es la figura de la comunidad-esposa, anticipada en la hermana de Lázaro (12,3; 19,25 Lects.). Las alusiones al Cantar crearán el trasfondo para la escena del encuentro de María con Jesús resucitado.

María cree que la muerte ha triunfado. Va únicamente a visitar el sepulcro, sin llevar nada. La comunidad ha olvidado la recomendación de Jesús en Betania (12,7): la fe en la vida, simbolizada allí por el perfume, está ausente de María y de los discípulos que aparecerán a continuación. Busca al dador de vida como a un cadáver.

Al llegar, vio la losa quitada del sepulcro. La losa puesta habría sido el sello de la muerte definitiva (cf. 11,38s.41). Ni siquiera se ha señalado, en el momento de la sepultura, que hubiese sido puesta. La muerte de Jesús no interrumpe su vida, su historia no se ha cerrado.

           

          

sábado, 1 de julio de 2023

Jn 18,1b

 <<donde había un huerto; allí entró él, y sus discípulos>>.

Primera mención de un huerto; será también un huerto el lugar donde lo crucifiquen y lo sepulten (19,41s). El relato de la entrega y muerte empieza y acaba con idéntica localización. La ruptura de Jesús con el mundo lo lleva a morir, pero se anuncia desde ahora que entra en un lugar de vida y fecundidad: la muerte se sitúa en el lugar de la vida. El huerto es el lugar simbólico donde el grano va a caer y a morir para dar mucho fruto (12,24). Los discípulos, que no sabían adónde iba, como lo había expresado Tomás en la cena (14,5), aprenden ahora el camino que han de seguir en el futuro. Pero mientras Jesús sale de la ciudad con sus discípulos, porque la ruptura con el mundo se verifica al darle la adhesión (15,19), cuando se narra la entrada en el huerto no se indica plena simultaneidad entre Jesús y los suyos (allí entró él, y sus discípulos). De hecho, ellos irán entrando definitivamente en ese huerto a medida que entreguen su vida, como Jesús. Así lo indica la escena paralela del sepulcro: y (había) en el huerto un sepulcro nuevo, donde todavía nadie había sido puesto (19,41), pero que, después de Jesús, espera a los discípulos que, como él, den su vida por amor al hombre.

sábado, 27 de mayo de 2023

Jn 17,1b

 <<Padre, ha llegado la hora>>.

<<Padre>> es el apelativo de Dios que muestra la relación con él del que lo pronuncia, y caracteriza a Dios como a aquel que por amor comunica su vida (1,14d Lect.). Jesús lo llama así porque él está y se siente lleno de la vida del Padre, su amor leal, que le ha comunicado enteramente. Desde esta igualdad con el Padre, se dirige a él.

Ha llegado <<la hora>> anunciada en Caná (2,4), cuyo período ha comenzado seis días antes de Pascua (12,1.23); esta hora había provocado la crisis de Jesús (12,27). Aquí no sólo anuncia de nuevo que ha llegado, sino que la acepta plenamente. Ante su hora, que culminará en su muerte, Jesús está completamente tranquilo; es más, va a pedir que no se demore. Sabe que ella significa su victoria (16,33).

domingo, 5 de marzo de 2023

Jn 13,1b

 Consciente Jesús de que había llegado su hora, la de pasar del mundo este al Padre...

Jesús va a dar cima a su éxodo personal y definitivo, terminando su camino hacia el Padre (13,3). Su paso al Padre será la cruz, donde se entregará para dar vida al hombre. Es la última etapa, la llegada a la tierra prometida.

Él había salido del mundo. El primer paso se cumplió desde el principio, al romper con las instituciones opresoras de Israel (2,13ss), ruptura que se hizo definitiva con su última controversia en el templo (10,22ss). Ahora va a llegar a la meta. Ésta es su hora (2,4; 12,23), la de la manifestación de su gloria (12,23), la nueva alianza y el don del Espíritu (7,39; 19,30) anunciados en el vino de Caná (2,4). Su amor va a expresarse al máximo dando la vida por sus amigos (15,13) y acabando la obra del Padre (4,34; cf. 19,30: Queda terminado).

Subraya Jn la conciencia que tiene Jesús del momento que vive, y, por tanto, de su misión (13,1.3; 18,4; 19,28). Jesús no va a la muerte arrastrado por las circunstancias, es él quien da su vida. En momentos de máxima tensión, Jn ha afirmado que no había llegado su hora (7,30; 8,20); ahora ha llegado ya, y Jesús es consciente. Muestra su plena aceptación, en contraste con la petición que nunca hizo al Padre (12,27: Padre, líbrame de esta hora). La conciencia de <<su hora>> será la que motive la expresión de su amor hasta el extremo.

martes, 24 de agosto de 2021

Jn 2,1b

 y estaba allí la madre de Jesús.

La madre de Jesús es presentada sin nombre propio, sólo por su relación con él. Tampoco en las menciones sucesivas llevará nombre (2,12; 6,42; sobre la última, al pie de la cruz, vse. 19,25 Lect.).

La madre pertenece a la boda, es decir, a la antigua alianza. Nótese el paralelismo de expresiones: estaba allí la madre de Jesús (2,1) y estaban allí colocadas seis tinajas de piedra (2,6). Tanto la madre como las tinajas están en el marco de la alianza.

Al principio, la madre es el único personaje de la boda que tiene relieve, todos los demás son trasfondo anónimo. En los versos siguientes se verá qué representa su figura.

domingo, 29 de noviembre de 2020

Jn 1,1b

 y la Palabra se dirigía a Dios.

La expresión usada por Jn es la misma que se utiliza en muchos pasajes del AT donde se menciona la palabra o mensaje de Dios dirigido a los profetas. Pero en los textos proféticos el verbo se usa en indefinido: se dirigió, eran palabras ocasionales, particulares. Aquí, en cambio, se emplea el imperfecto: se dirigía. No es una palabra ocasional, sino única y permanente, una interpelación continua, anterior a la palabra escrita (la Ley) e incluso al período fundacional del mundo.

El proyecto de Dios se formulaba en una Palabra que se dirigía a él mismo; en forma de soliloquio divino se expresa su constante pensamiento, su plan creador, referido particularmente al hombre, cumbre de la creación. Su proyecto sobre el hombre, que había de ser efectuado por la palabra creadora, urgía a Dios.

Jn 21,24-25

  Jn 21,24a Jn 21,24b Jn 21,25  La comunidad presenta el testimonio del evangelista. Autor del Evangelio, el discípulo predilecto de Jesús. ...