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jueves, 11 de agosto de 2022

Jn 8,52

 Replicaron entonces los dirigentes: <<Ahora estamos seguros de que estás loco. Abrahán murió y los profetas también, ¿y tú sales diciendo que quien cumpla tu mensaje no probará nunca la muerte?>>.

Como la primera vez en el templo (2,18), los dirigentes no responden a la invitación de Jesús; al contrario, continúan su oposición, afirmando haber encontrado la prueba final de su locura. Han muerto hasta los hombres más cercanos a Dios, como Abrahán y los profetas (cf. Zac 1,5: <<Vuestros antepasados, ¿dónde están?; vuestros profetas, ¿viven para siempre?>>), y Jesús afirma que su mensaje exime de la muerte. Interpretan su dicho de la muerte física. Jesús había negado a ésta su calidad de muerte. Ellos la ven como una experiencia amarga (probar/gustar) de la que nadie puede librarse.

jueves, 4 de agosto de 2022

Jn 7,52

 Le replicaron: <<¿Es que también tú eres de Galilea? Estudia y verás que un profeta, de Galilea, no sale>>.

Los fariseos no responden a la cuestión planteada por Nicodemo. Ellos, los más activos entre <<los Judíos>>, no pretenden juzgar a Jesús, sino matarlo (7,1.19.25). Su actividad (5,1 ss) los exaspera (7,21) y el odio los gobierna (7,7). No atienden a razones, se atrincheran en su aversión hacia Jesús. En lugar de responder a Nicodemo, lo insultan; lo llaman galileo, como uno del vulgo despreciable. Con sus insultos quieren encubrir su postura. Ellos prescinden de la Ley cuando estorba a sus intereses.

Tratándolo como a un ignorante, recomiendan a Nicodemo que estudie. Llegan a querer apoyar su prejuicio en la Escritura: verás que un profeta, de Galilea, no sale. Están obnubilados por su aversión a Jesús, que pone en peligro su influjo; hay que perseguirlo a muerte. Nótese que ni por un momento hablan de Jesús como Mesías, aunque nadie mejor que ellos, los versados en la Escritura, podían comprender las alusiones contenidas en la declaración anterior. Una parte de la gente lo ha identificado con <<el Profeta>> (7,40). Ellos, a lo más que llegan es a <<un profeta>>, para negarlo rotundamente.

En 5,39 Jesús había afirmado que el estudio de la Escritura debería haber llevado a los dirigentes a darle fe, pues daba testimonio de su persona. Ahora, los fariseos recomiendan a Nicodemo el estudio de la misma Escritura para disuadirlo de tomar partido por Jesús. Se trasluce aquí la controversia entre comunidad cristiana y sinagoga acerca del valor profético de la Escritura. Ésta, como toda señal, es ambigua; su interpretación despende de la disposición profunda del hombre, de los objetivos que se proponga (5,42-44). No en vano ha señalado Jesús la insuficiencia de todo criterio que no sean sus obras en favor del hombre (5,36s); pero incluso éstas no serán entendidas por aquel que no esté de antemano dispuesto a secundar el designio de Dios creador (7,17 Lect.).

SÍNTESIS

Ante la ruina que amenaza, por la situación de injusticia y opresión existente, Jesús propone su alternativa: la nueva comunidad en la que él será el centro como dador del Espíritu. No se puede reformar una sociedad cuyos principios básicos son injustos y se oponen a la plenitud del hombre.

El único principio para construir la sociedad según el designio de Dios es el amor leal. Para ello hace falta un hombre nuevo, el que ha sido completado con la capacidad de amar que sólo Jesús comunica.

Jesús se ha presentado como la Sabiduría que invita a acercarse a ella. Pero lo que él comunica no es un saber teórico, sino el Espíritu, fuerza del amor del Padre. La corriente sapiencial del AT había desarrollado la reflexión sobre el hombre, buscando una norma de conducta moral que lo llevase a la perfección. Jesús da el saber con el don del amor, el único que realmente permite penetrar el significado del hombre, objeto del amor del Padre. El conocimiento que da el amor saca de la ambigüedad a toda sabiduría, impidiéndole convertirse en culto de sí mismo y en instrumento de opresión.

Ante el ofrecimiento, los representantes del poder se endurecen, no toleran este mensaje, que haría cesar las situaciones de privilegio. Su única respuesta es la violencia, usando la Ley como arma represiva.

martes, 5 de julio de 2022

Jn 6,52

 Los judíos aquellos peleaban unos con otros diciendo: <<Cómo puede éste darnos a comer su carne?>>.

Las palabras de Jesús no provocan ahora una crítica (cf. 6,41), sino una pelea entre los mismos Judíos. No entienden su lenguaje; la mención de su carne los ha desorientado, pero, al mismo tiempo, les ha quitado la seguridad. Mientras Jesús se mantuvo en la metáfora del pan, creían comprender; podían aún interpretar que se presentaba como un maestro de sabiduría enviado por Dios. Pero Jesús ha precisado que este pan es su misma realidad humana, no una doctrina. Ellos ya no entienden qué puede significar <<comer su carne>>. Buscan una explicación, pero no la encuentran.

Para los lectores de Jn, en cambio, el significado es claro. El autor habla desde la perspectiva de su comunidad, teniendo presente la celebración y el significado de la eucaristía.

sábado, 1 de enero de 2022

Jn 4,52

 Les preguntó a qué hora se había puesto mejor, y ellos le contestaron: <<Ayer a la hora séptima se le quitó la fiebre>>.

El hombre, que había escuchado las palabras de Jesús, al recibir la noticia con una frase casi idéntica a la empleada por éste, desea confirmar la coincidencia entre aquellas palabras y el hecho. Al principio, sin embargo, pregunta por la mejoría, según la petición que él mismo había hecho: evitar la muerte del chiquillo (4,49).

La hora de la curación coincide con la de las palabras de Jesús, demostrando su eficacia (cf. 5,25). En aquel tiempo, la una de la tarde se contaba como la hora séptima del día. La determinación de tiempo tiene, como de ordinario, un sentido particular. En el primer episodio programático, el de la boda (2,1-11), se hace mención por primera vez de <<la hora>> de Jesús (2,4), aún no llegada. En ella dará él su propio vino (el amor). Esa <<hora>> coincide con ésta, en la que él comunica vida: el Espíritu-amor que él comunicará al hombre, sacándolo de su situación de muerte.

<<La hora>> de Jesús es, por tanto, <<la sexta>> en cuanto señala su muerte (19,14 Lect.); <<la séptima>> en cuanto, terminada su obra, produce la vida con la entrega del Espíritu (19,30).

Jn 21,24-25

  Jn 21,24a Jn 21,24b Jn 21,25  La comunidad presenta el testimonio del evangelista. Autor del Evangelio, el discípulo predilecto de Jesús. ...