<<El que se lleva a la esposa es el esposo>>
La esposa es figura del pueblo, según las imágenes usadas por los profetas (Is 62,4; Jr 2,2; 3,20; Os 2,21). (2,1 Lect.). Consecuencia del principio enunciado antes (3.27: Nadie puede apropiarse cosa alguna si no se le concede desde el cielo), si Jesús se lleva a la esposa, es porque está consagrado Mesías (1,33: el Espíritu permanece sobre Jesús como la unción mesiánica): hay que reconocerlo como el Esposo. Se está verificando lo que Juan había anunciado en varias ocasiones (1,15.27.30). Nueva alusión a Caná, boda de la antigua alianza, que iba a ser sustituida. Lo anticipado allí por la señal de Jesús es lo que ahora percibe Juan. El Esposo está presente, la verdadera boda va a comenzar; se le llamará después <<el Hijo>> (3,35s). <<El rey>> es apelativo del esposo en el Cantar (1,4.12; 3,9.11); corresponde a <<el Mesías>>, quien, por ser tal, es el Hijo de Sios (Sal 2,7). Estos títulos evocan numerosos pasajes del AT, que permiten el desarrollo siguiente.
CANTAR DE LOS CANTARES. CAPÍTULO 1.