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jueves, 7 de septiembre de 2023

Jn 21,1-14

 

  • Jn 21,1
  • Jn 21,2
  • Jn 21,3a
  • Jn 21,3b
  • Jn 21,4
  • Jn 21,5
  • Jn 21,6
  • Jn 21,7a
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  • Jn 21,12
  • Jn 21,13
  • Jn 21,14
  • Intervalo temporal indeterminado (Algún tiempo después). La mención del mar/lago remite al episodio de los panes (6,1), aunque aquí usa Jn solamente la denominación de resonancia pagana (de Tiberíades), colocando la escena en contexto de misión. Los discípulos, totalidad; los que van a mencionarse representan a todo el grupo cristiano, y el episodio contiene una enseñanza válida para todos. La manifestación va a tener características diferentes de las dos anteriores (de esta manera). Va a ser al aire libre (misión), en medio de la actividad.
  • Los discípulos forman comunidad (juntos) (2). Simón Pedro; cf. 20,2.6.10. Tomás, dispuesto a morir con Jesús (11,16: Mellizo), sabe ahora adónde conduce esa muerte (20,24-29). Natanael representaba al Israel fiel llamado por Jesús (1,45-51); de Caná de Galilea, nunca dicho antes, lo pone en relación con la madre de Jesús, figura femenina del mismo Israel (2,1-5), integrado en la nueva comunidad al pie de la cruz (19,25-27). Los Zebedeos, única vez en este Evangelio, sin nombres propios. Dos discípulos anónimos. Ya no se habla de “los Doce”, los mencionados suman siete (se pensaba que los pueblos del mundo eran setenta); comunidad abierta a la humanidad entera.
  • Decisión individual de Pedro (3); su iniciativa arrastra a los demás. La pesca, figura de la misión. La noche, en contexto de actividad, se opone al dicho de Jesús en 9,4s: “Se acerca la noche, cuando nadie puede trabajar, etc.”; significa la ausencia de Jesús, luz del mundo. Misión sin fruto (no cogieron nada).
  • La luz de la mañana coincide con la presencia de Jesús (4). En la playa, límite entre la tierra y el mar, que representa “el mundo” donde se ejerce la misión. Jesús se queda en la tierra firme; su acción se ejerce por medio de los discípulos. Concentrados en su esfuerzo inútil, no lo reconocen. Jesús se dirige a ellos con un término de afecto. (Muchachos, “chiquillos”) (5). Conscientes de su fracaso, contestan secamente. Al seguir la indicación de Jesús (6), pesca inmediata y abundante.
  • Ante el sorprendente resultado, el discípulo predilecto reconoce a Jesús (7). Nuevo contrates con Pedro (13,23; 18,15; 20,2), que no está aún dispuesto a dar la vida con Jesús y no lo reconoce. Para indicar el cambio de actitud de Pedro, lenguaje simbólico: la oposición desnudez-vestido y la acción de tirarse al agua. En el primer simbolismo, la clave está en la frase: se ató… a la cintura, usada de Jesús cuando se ciñó el paño que significaba su servicio hasta la muerte (13,4.5). Pedro estaba desnudo: no había adoptado la actitud de Jesús; por eso la misión no ha producido fruto. Se tiró al mar, disposición a dar la vida. Ahora entiende el lavado de los pies (13,7: “lo entenderás dentro de algún tiempo”). Es el único que se tira al mar, por ser el único que ha negado a Jesús. En esta narración Jesús no responde al gesto de Pedro, se dirige siempre al grupo.
  • Los demás siguen juntos (8), como estaban al principio (2), y van al lugar donde está Jesús. Ven primero el fuego y la comida que él ha preparado (9), los mismos alimentos, pescado y pan, que había repartido en la segunda Pascua (6,9.11). Es el pan de vida (6,51), Jesús mismo. Les pide el fruto del trabajo (10). Dos alimentos: el que ofrece Jesús, su persona, y el que ofrecen los discípulos; el amor ejercido en la misión los lleva al don de sí que alimenta a la comunidad. En la eucaristía han de estar presentes el don de Jesús a los suyos y el don de unos a otros (1,16).
  • Pedro se singulariza de nuevo (11). Tampoco responde Jesús a ese gesto. Subió se contrapone a “tirarse al mar”, y señala la nueva actitud de Pedro. Ciento cincuenta y tres, tres grupos de cincuenta más un tres que es el multiplicador. “Cincuenta” designa a una comunidad del Espíritu (6,10); peces grandes equivale a “hombres adultos” (6,10; 9,20s), es decir, acabados por el Espíritu. “Tres”, número de la divinidad (Gn 18,2; Is 6,3: el triple santo), que representa a Jesús (20,28). Ciento cincuenta y tres : las comunidades del Espíritu (el fruto) se multiplican en proporción exacta con su presencia. La red no se rompe (19,24, de la túnica): unidad en la diversidad (17,21: “que todos sean uno”).
  • Jesús invita a todos (12); él mismo ha preparado el alimento, como un amigo (15,13-15). Los discípulos no dudan de su presencia (14,21; 16,2). Llega Jesús (13), llegada continua a la comunidad, perceptible en la eucaristía. Por tercera vez (14), la definitiva, la que va a durar siempre; manifestación modelo para la vida del grupo cristiano.
  • Síntesis. La vida del grupo cristiano presenta una alternancia en “dentro” y “fuera”, entre vida en común y actividad de la misión; en ambas se requiere la presencia de Jesús. Los discípulos trabajan como hombres libres ligados a Jesús por un vínculo de amistad. Él es el amigo que colabora con los suyos y se pone a su servicio, para dar fecundidad a su esfuerzo. La misión termina en la eucaristía. En ella él ofrece su persona como alimento, al que se integra la aportación de los discípulos, la de sus propias personas.

domingo, 2 de julio de 2023

Jn 18,1-14

 

  • Jn 18,1a
  • Jn 18,1b
  • Jn 18,2
  • Jn 18,3
  • Jn 18,4
  • Jn 18,5a
  • Jn 18,5b
  • Jn 18,6
  • Jn 18,7
  • Jn 18,8
  • Jn 18,9
  • Jn 18,10a
  • Jn 18,10b
  • Jn 18,10c
  • Jn 18,11
  • Jn 18,12
  • Jn 18,13
  • Jn 18,14
  • Dicho esto enlaza la Pasión con el discurso de la cena, en particular con la oración de Jesús (cap. 17). Primera mención de un huerto (1), lugar de vida y fecundidad: será también un huerto el lugar donde lo crucifiquen y lo sepulten (19,41s). La muerte va a situarse en el ámbito de la vida. Lugar habitual de reunión para Jesús y los suyos (2); la comunidad de Jesús se encuentra en la esfera de la vida.
    Se hace resaltar el número de las fuerzas que intervienen en el prendimiento (3): peligro que representa Jesús para “el mundo”, intensidad de la violencia de éste y magnitud del odio (7,7; 15,18-25). Acuden todos los componentes de la oposición a Jesús. Judas hace de jefe, es figura “del jefe del orden este” (14,30), representa a los círculos de poder. Faroles y antorchas, caminan en la tiniebla; llevan armas, instrumentos de muerte. Se identifican tinieblas y muerte. Quieren extinguir la luz/vida (1,5).
  • Jesús sale (4); los que llegan no entran en el huerto, lugar de la vida. No se dirige a Judas, sino al grupo entero. El Nazareno/Nazoreo (5) señala al descendiente de David (alusión a Is 11,1; Jr 23,5; 33,15; Zac 3,8 y 6,12; “el Germen”). Soy yo, se identifica como Mesías (1,20; 6,20). Última mención del traidor; queda alineado con los enemigos de Jesús. Echarse atrás (6), lenguaje simbólico para significar derrota (Sal 27,2; 35,4; 56, 10; 70,13); caer a tierra, derrota total. La entrega de Jesús vence al mundo (14,30; 16,33). No intenta escapar (7). Pone a salvo a sus amigos, por quienes va a dar la vida (15,15) (8-9).
  • Pedro no ha comprendido la alternativa de Jesús ni su designio (1,42; 13,8) (10), que no consiste en triunfar dando muerte, sino en entregarse para comunicar vida. Está dispuesto a arriesgar la suya para mostrar su amor a Jesús (13,37), pero quiere impedir que Jesús le manifieste el suyo. No ha superado la tentación de hacerlo rey (6,15; 12,13) y no acepta su muerte (12,34). El siervo, determinado, representante calificado; le cortó el lóbulo, etc, figura para indicar la destitución del sumo sacerdote (cf. Éx 29,20; Lv 8,23), máxima autoridad religioso-política. Malco, en aram. “rey”, el poder político en manos de la jerarquía sacerdotal.
    Jesús detiene a Pedro (11). La aceptación de la muerte entra en el designio del Padre: presentar, ante el odio y la violencia, la alternativa del amor. El Padre no ha destinado a Jesús a la muerte; su misión era dar testimonio de su amor a los hombres. Pero en el mundo de la tiniebla opresora la muerte violencia era inevitable y ella va a manifestar hasta el máximo la maldad del mundo y el amor de Dios. Jesús no busca el dolor, pero lo acepta cuando es consecuencia ineludible del testimonio del amor y la denuncia de la opresión. No responde al odio con el odio ni combate la violencia con la violencia, para no imitar, aun a costa de la vida, la maldad del sistema opresor. Muestra así que Dios es puro amor y ajeno a toda violencia.
  • Insiste Jn en la complicidad de todos los poderes, civiles y religiosos (12). En el momento decisivo, todos descubren su verdadero rostro; son los enemigos del hombre y de la vida. Lo ataron, cf. Is 3,9-10. Anás (13) había sido sumo sacerdote en los años 6-15, y sus cinco hijos lo fueron después de él. Conocido por su ambición, riqueza y codicia. Es el personaje más importante del tiempo, el verdadero poder, detrás de los que ejercen la función en cada momento (Caifás, el año aquel); representa “al Enemigo” (8,44), del que Caifás es instrumento. Quieren ejecutar el acuerdo el Consejo (11,53) (14).

    Síntesis. Dios o Jesús no necesitan en este mundo defensores ni protectores. Pretender defenderlos es arrogancia. Usar la fuerza o utilizar la violencia con ese pretexto significa atribuirles la misma injusticia del sistema y destruir toda alternativa. Lo único válido es repetir el gesto de Jesús, entregar la vida por amor al hombre.

domingo, 16 de abril de 2023

Jn 14,1-14

 

  • Jn 14,1
  • Jn 14,2a
  • Jn 14,2b
  • Jn 14,3
  • Jn 14,4
  • Jn 14,5
  • Jn 14,6a
  • Jn 14,6b
  • Jn 14,7
  • Jn 14,8
  • Jn 14,9
  • Jn 14,10
  • Jn 14,11
  • Jn 14,12a
  • Jn 14,12b-14
  • Jesús tranquiliza a los discípulos, inquietos por su marcha (1). La adhesión a Dios se hace en la persona de Jesús (cf. 12,44). Relación de la nueva comunidad con el Padre y con Jesús. Los discípulos serán miembros de la familia del Padre (2): Jesús va a prepararles sitio; él es el Hijo, pero los que lo siguen serán también hijos, hermanos de Jesús ((20,17). Donde estoy yo (cf. 7,34.36; 12,26; 17,24), en la esfera de Dios y del Espíritu, gracias al nuevo nacimiento (3,6s).
  • El camino hacia el Padre (4) es la práctica del amor leal. Para Tomás (5, cf. 11,16), la muerte no es un tránsito, sino un final; aun después de la resurrección le costará comprender (20,24ss). El camino (6) supone una meta; la verdad, un contenido, que es la vida (1,4). Jesús es la vida porque es el único que la posee en plenitud y puede comunicarla (5,26). Por ser la vida plena es la verdad total, es decir, puede conocerse y formularse como la plena realidad del hombre y de Dios. Es el único camino, porque sólo su vida y su muerte muestran al hombre el itinerario que lo lleva a realizarse. Para el discípulo, Jesús es la vida, porque de él la recibe; esta nueva vida experimentada y consciente es la verdad; el camino, la asimilación progresiva a Jesús, da un carácter dinámico de crecimiento a su vida y verdad. El Padre no está materialmente lejano, el acercamiento a él es el de la semejanza.
  • El Padre está presente en Jesús (7). La petición de Felipe (8) denota su falta de comprensión. Había visto en Jesús al Mesías que podía deducirse de la Ley y los Profetas (1,43-45); no ha comprendido que Jesús no es la realización de la Ley, sino del amor y la lealtad de Dios (1,14.17). En el episodio de los panes (6,5-7) no comprendía la alternativa de Jesús. Sigue en las categorías de la antigua alianza. Ve en Jesús al enviado de Dios (cf. 12,13), pero no la presencia de Dios en el mundo.
  • Jesús le contesta con una queja (9). La convivencia con él, ya prolongada, no ha ampliado su horizonte. La presencia del Padre en Jesús es dinámica (10); a través de él ejerce su actividad. Las exigencias de Jesús reflejan las múltiples facetas del amor, lo concretan y lo acrecientan; por eso comunican Espíritu y vida (3,34; 6,63) y hacen presente a Dios mismo, que es Espíritu (4,24); formulan la acción del Padre en Jesús y, por su medio, con los hombres. Total sintonía de Jesús con el Padre (11). El último criterio, las obras.
  • La obra de Jesús ha sido sólo un comienzo, el futuro reserva una labor más extensa (12). Las señales hechas por Jesús no son, pues, irrepetibles por lo extraordinarias; son obras que liberan al hombre; ofreciéndole vida. Con este dicho da ánimos a los suyos para el futuro trabajo; la liberación ha de ir adelante. Jesús cambia el rumbo de la historia; toca a los suyos continuar en la dirección marcada por él. Los discípulos no están solos en su trabajo ni en su camino, Jesús seguirá actuando con ellos. A través de Jesús, el amor del Padre (su gloria) seguirá manifestándose en la ayuda a los discípulos para su misión (13). La oración de la comunidad expresa su vinculación a Jesús (14); se hace desde la realidad de la unión con él y a través de él, pidiendo ayuda para realizar su obra.
  • Síntesis. La comunidad de Jesús tiene que recorrer un camino, metáfora que expresa el dinamismo de la vida, que es crecimiento. El hombre se realiza por el camino de la solidaridad y la entrega. Jesús acompaña siempre a los suyos en ese camino. El Padre estará con ellos, pero su presencia no será estática, como un templo, sino también itinerante y activa.

Jn 21,24-25

  Jn 21,24a Jn 21,24b Jn 21,25  La comunidad presenta el testimonio del evangelista. Autor del Evangelio, el discípulo predilecto de Jesús. ...