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jueves, 25 de mayo de 2023

Jn 15,27a

 <<Pero también vosotros daréis testimonio>>.

El testimonio de los discípulos ante el mundo continúa el del Espíritu en la comunidad. El Espíritu de la verdad va a estar en ellos (14,17), y así su voz será la del Espíritu (3,8). El enfrentamiento entre Jesús y el mundo no va a terminar con su muerte: al contrario, va a  multiplicarse por medio de los suyos.

El Padre realiza su designio: dar vida al hombre (6,40), enviando a Jesús, a quien comunica plenamente su Espíritu (1,32-34; 3,16s; 4,34; 5,30; 6,39.40). Jesús lo comunica a los suyos para que continúen su obra. El Espíritu, en su testimonio acerca de Jesús, la interpreta (14,25-26 Lect.); el grupo, que recibe ese testimonio, renueva en cada época la obra de Jesús, y en eso consiste su propio testimonio.

sábado, 25 de marzo de 2023

Jn 13,27a

 Y en aquel momento, después del trozo, entró en él Satanás.

Jn evita decir que Judas comió el trozo, lo que hubiese significado la voluntad de asimilarse a Jesús. Éste se lo ha dado, pero queda en suspenso qué haces Judas con él. Más tarde se explicará: lo toma y sale (13,30). Se llevará el trozo, la vida de Jesús, para entregarlo a los que van a matarlo. Así indica Jn figuradamente cuál ha sido su opción.

Satanás se identifica con <<el Enemigo/diablo>> (13,2). En este momento, Judas hace su opción definitiva. Al tener en sus manos la vida y la muerte de Jesús, no lo acepta como don, sino que decide hacerlo morir. El gesto de amistad de Jesús no provoca en él respuesta positiva, antes al contrario, aumenta su antagonismo. Se pone deliberadamente al lado del sistema diabólico, se identifica con sus principios y valores, resumidos en la idolatría del dinero (8,44a Lect.). Así interioriza (entró en) plenamente al adversario de Dios, Satanás, que lo hace agente suyo y homicida.

sábado, 11 de febrero de 2023

Jn 12,27a

 <<Ahora me siento fuertemente agitado>>.

El texto griego pone en relación la agitación de Jesús con su frase anterior: despreciar la propia vida en medio del orden este. Jesús ha desafiado la institución judía (en medio del orden este) y su actitud le va a costar la vida. Ahora su ser protesta, se agita, oponiéndose a esa muerte. Él es la vida, la antítesis de la muerte. Pero, además, la suya no va a ser una muerte natural, sino prematura, en la flor de la vida (cf. 8,57), consecuencia de su oposición <<al orden este>>. Arriesgar la vida, aceptar el sufrimiento, es duro. Jesús no es un estoico; sufrir no es fácil tampoco para él, por eso es <<el Hombre>>. <<La carne>> se rebela ante la muerte violenta y, a mayor plenitud de vida, más fuerte es su rebelión. El Espíritu no suprime la condición de hombre; al contrario, hace amar profundamente la realidad humana, creación de Dios que el Espíritu lleva a su plenitud. Por eso la confianza suprema en Dios y la certeza de la continuidad de la vida (12,25: la conserva para una vida definitiva) no impiden el desgarro de esa muerte.

La muerte de Jesús será efecto del paroxismo del odio y del máximo de la injusticia. Él, que ofrece amor y vida, se ve rechazado, condenado a muerte por los suyos. Su agitación expresa también el horror que siente el amor ante el odio.

Jn 21,24-25

  Jn 21,24a Jn 21,24b Jn 21,25  La comunidad presenta el testimonio del evangelista. Autor del Evangelio, el discípulo predilecto de Jesús. ...