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sábado, 1 de julio de 2023

Jn 17,21a

 <<que sean todos uno, como tú, Padre, estás identificado conmigo y yo contigo>>.

Lo que Jesús desea y pide para su comunidad de toda época es la unidad, expresión y prueba del amor, presencia de la gloria (17,10), que se realiza cumpliendo su mandamiento (13,34). El modelo de esta unidad, que la eleva a la calidad de ideal, es la que existe entre el Padre y Jesús, basada en el conocimiento íntimo (10,14s; cf. 17,3) que da el amor (3,35; 10,17; 14,31; 15,10). Jesús señala de nuevo el distintivo de su comunidad, la novedad que representa en medio del mundo (13,34) y el modelo de su existencia.

domingo, 23 de abril de 2023

Jn 14,21a

 <<El que ha hecho suyos mis mandamientos y los cumple, ése es el que me ama>>.

Pasa Jesús al singular, a la relación que el Padre y él establecen con cada miembro de la comunidad. Él no uniforma, sino diferencia. Su comunidad no es gregaria. Por eso el principio que enuncia se aplica a cada individuo, y cada uno es responsable de su práctica. Recoge la formulación inicial (14,15), pero invirtiendo el orden de los términos. Allí era el amor a Jesús la condición para cumplir sus mandamientos; ahora les avisa que la actividad en favor del hombre es lo único que da realidad al amor a él y, por tanto, el único criterio para verificar su existencia.

El discípulo hace suyos los mandamientos de Jesús y los cumple. El amor consiste, por tanto, en vivir los mismos valores que Jesús y comportarse como él. El amor verdadero no es solamente interior, sino visible: un dinamismo de transformación y de acción (el Espíritu).

domingo, 7 de agosto de 2022

Jn 8,21a

 Entonces les dijo de nuevo.

Sin cambio explícito de lugar, Jesús se dirige a un auditorio que incluye a los fariseos de la perícopa anterior (de nuevo), pero que será designado como <<los Judíos>>, referido en particular a la clase dirigente. Colectivamente, éstos representan <<el mundo>> o sistema que odia a Jesús (7,7) y quiere matarlo (7,1). A esta declaración aludirá Jesús más tarde (13,33: aquello que dije a los Judíos ... os lo digo también a vosotros ahora). Todo el debate que sigue es, por tanto, una controversia entre Jesús y los representantes de la situación religioso-política.

jueves, 19 de agosto de 2021

Jn 1,21a

 Le preguntaron: <<Entonces, ¿qué? ¿Eres tú Elías>>. Contestó él: <<No lo soy>>.

La primera declaración de Juan ha resuelto la cuestión principal, pero de forma puramente negativa, dejando abiertas otras posibilidades; por eso continúa el interrogatorio. La comisión, tranquilizada ya respecto a su primera sospecha, puede ser más específica: ¿Eres tú Elías? El modo de introducir la pregunta (Entonces, ¿qué?) indica desorientación; esto prueba que era precisamente el temor de que Juan fuese o se declarase Mesías lo que había determinado el envío de la comisión. El diálogo se acelera, las respuestas son cada vez más breves, hasta terminar con un escueto y seco <<No>>, que bloquea el interrogatorio y deja desconcertados a los inquisidores.

Según Mal 3,22ss, Elías debía preparar la venida del día del Señor (Yahvé), interpretada en el siglo I como la del Mesías, al que se aplicaba el nombre de <<Día>>: <<Recordad la Ley de Moisés, mi siervo, los preceptos y mandatos para todo Israel que yo le encomendé en monte Horeb. Y yo os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible: reconciliaré a padres con hijos, a hijos con padres, y así no vendré yo a exterminar la tierra>>.

Si ésta era la concepción del tiempo, que asociaba la vuelta de Elías con la fidelidad a la Ley de Moisés, como preparación a la llegada del Mesías, Juan no puede identificarse con aquel profeta. Él es precursor (1,15: llega detrás de mí) del Mesías que fundará una alianza nueva (1,15.27), y no puede estar de parte de la antigua (cf. 1,17). Él ha venido a avivar el deseo de la vida/luz, que precisamente se opone a la pretendida luz de la Ley de Moisés (1,4 Lect.). Pero hay aún una razón más profunda para la actividad de Juan: él no se atribuye ninguna función que pueda centrar la atención en su persona. Sus tres respuestas son meramente negativas, y cuando le piden que se defina positivamente, evita decir incluso <<yo soy>> (1,23: Yo, una voz). Juan no busca su gloria (cf. 5,41), no viene en su propio nombre, por eso no lo aceptan (cf. 5.44). Su misión es meramente un testimonio; él no busca manifestarse, ha venido para que Jesús se manifieste a Israel (1,31). Fuera de este episodio (1,25), no habrá ninguna otra mención de Elías en este evangelio.

Elías tenía una función positiva de reconciliación y de restauración de la unidad dentro de las instituciones de la Ley. El bautismo de Juan será, por el contrario, una señal de ruptura.

Jn 21,24-25

  Jn 21,24a Jn 21,24b Jn 21,25  La comunidad presenta el testimonio del evangelista. Autor del Evangelio, el discípulo predilecto de Jesús. ...