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martes, 5 de septiembre de 2023

Jn 21,4

 <<Al llegar ya la mañana, se hizo presente Jesús en la playa, aunque los discípulos no sabían que era Jesús>>.

La llegada de la mañana coincide con la presencia de Jesús. Continúa el lenguaje comenzado con la mención de la noche: Jesús es luz del mundo, su presencia es el día que permite trabajar realizando las obras del Padre (9,4).

El modo como se presenta Jesús difiere de las ocasiones anteriores. En la comunidad reunida dentro de casa, se describía en forma de llegada percibida como su presencia en medio de ellos (20,19.26). En este caso, en cambio, Jesús no llega, simplemente se hace presente en la playa; su llegada se mencionará más tarde, en la comida que figura la eucaristía (21,13). La presencia en la playa es la de Jesús, que acompaña en la misión; la de la comida es la del que acoge a los suyos una vez terminada ésta. Los discípulos no han podido verlo antes debido a la noche que ellos mismos habían creado.

Jesús está en la playa, el límite entre la tierra y el mar. Éste representa <<el mundo>> donde se ejerce la misión, pero el lugar de referencia es siempre la tierra firme, donde está Jesús (21,8.9.11) y donde ellos viven (21,3). En la vida de la comunidad hay un ritmo: se sale y se vuelve llevando la pesca. Jesús no los acompaña en la pesca, se queda en tierra: su acción en el mundo se ejerce por medio de los discípulos.

Concentrados en su esfuerzo inútil, no reconocen a Jesús cuando se presenta. La comunidad se ha cerrado en sí misma, y el trabajo, sin estar vinculado a Jesús, no rinde.

Como aparecerá por las palabras de Jesús, los discípulos no saben cuál es el lugar propicio para la pesca. Les falta la palabra de Jesús, que ellos deberían conocer por el Espíritu que recuerda todo lo que Jesús ha dicho (14,26). Cuando sigan las instrucciones de Jesús no sólo podrán recoger fruto, sino que encontrarán a Jesús mismo.

miércoles, 19 de julio de 2023

Jn 19,4

 Salió otra vez fuera Pilato y les dijo: <<Mirad, os lo traigo fuera para que sepáis que no encuentro ningún cargo contra él>>.

Pilato anuncia la salida de Jesús. Él va a conducirlo <<fuera>>. Este adverbio, repetido tres veces (19,4 bis.5), señala el ámbito de <<los Judíos>> que lo odian (18,29; 19,13). Sacar fuera a Jesús tiene por finalidad demostrarles que no hay razón ninguna para condenarlo. La culpa habría podido consistir en la pretensión de hacerse con el poder proclamándose rey de los judíos. Ahora, un Jesús burlado en su pretensión real, carente de todo poder, no puede inspirar temor alguno. No hay acusación posible. Pilato vuelve a tranquilizarlos: no ve peligro en Jesús ni su actitud puede provocar una intervención romana (cf. 11,48).

sábado, 1 de julio de 2023

Jn 18,4

 <<Jesús, entonces, consciente de todo lo que se le venía encima, salió y les dijo: ¿A quién buscáis?>>.

Jesús tiene plena conciencia de la circunstancia (cf. 13,1.3). Él mismo sale; los que llegan no entran en el huerto, lugar de Jesús y de la vida, donde la muerte no tiene entrada. Su salida señala de nuevo la voluntariedad de su muerte. Está dispuesto a entregarse.

Jesús no se dirige a Judas, sino al grupo entero. Con los dos discípulos de Juan que lo seguían, tomó la iniciativa con su pregunta: ¿Qué buscáis? (1,38); de modo parecido con los que van a prenderlo: ¿A quién buscáis? Aquellos, gracias al mensaje de Juan (1,35), ya lo conocían; buscaban vivir con él; éstos no lo conocen y quieren acabar con él. En el primer caso los invitó a experimentar la vida, ahora se entrega a la muerte de la que ha de brotar esa vida. Entonces comenzaba su obra; ahora éstos quieren arrasarla.

domingo, 4 de junio de 2023

Jn 17,4

 <<Yo he manifestado tu gloria en la tierra dando remate a la obra que me encargaste realizar>>.

Jesús da remate a la obra del Padre en primer lugar en sí mismo. La manifestación de su amor hasta el extremo acaba en él mismo la obra creadora e inaugura el mundo nuevo y definitivo (19,30).

Así, con su muerte-exaltación realiza el designio del Padre (4,34), dando vida definitiva a los que el Padre le entrega (6,39.40); a esto tendía su actividad, que continuaba el trabajo creador (5,17.26); la lleva a término infundiendo el Espíritu (19,30.34; 20,22).

La nueva condición del hombre, que lo sitúa frente al Padre en relación de hijo, semejante a la de Jesús (20,17), lo transforma, situándolo consecuentemente en una nueva relación con el mundo y con los demás hombres. Por ser hijo de Dios, participa de su libertad y de su dominio sobre el mundo; respecto al hombre, se sitúa en igualdad radical, fundada en la condición común de hijo de Dios, dada por el Espíritu; al mismo tiempo, en relación de solidaridad total, cuyo fundamento es el dinamismo del Espíritu, que impulsa a la entrega.

La actividad de Jesús ha manifestado ser él el prototipo de esa nueva condición (el Hombre): sus señales las ha realizado en los hombres, dándoles libertad (5,1ss), amor que comparte (6,1ss), plenitud humana (9,1ss), vida definitiva (cf. 11,44).

lunes, 1 de mayo de 2023

Jn 15,4

 <<Quedaos conmigo, que yo me quedaré con vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí solo si no sigue en la vid, así tampoco vosotros si no seguís conmigo>>.

Jesús exhorta a los discípulos a renovar su adhesión a él, en función del fruto que han de producir. La unión con Jesús no es algo automático ni ritual: pide la decisión del hombre, y a la iniciativa del discípulo responde la fidelidad de Jesús (yo me quedaré con vosotros). Esta unión mutua entre Jesús y los discípulos, vistos aquí como grupo, será la condición para la existencia de su comunidad, para su vida y para el fruto que debe producir. Su comunidad no tendrá verdadero amor al hombre sin el amor a Jesús (14,15: Si me amáis, cumpliréis los mandamientos míos), y sin amor al hombre no hay fruto posible.

El sarmiento no tiene vida propia y, por tanto, no puede dar fruto de por sí, necesita la savia, es decir, el Espíritu comunicado por Jesús. Interrumpir la relación con Jesús significa cortarse de la fuente de la vida y reducirse a la esterilidad. La ausencia de fruto delata la falta de unión con Jesús (21,3b Lect.).

miércoles, 5 de abril de 2023

Jn 14,4

 <<Y para ir adonde yo me marcho, ya sabéis el camino>>.

Jesús va a abrir el camino, se va a constituir en camino hacia el Padre. Él se marcha con Dios (13,3) por el amor hasta la muerte, como lo ha mostrado en las escenas anteriores.

Aquí un diferenciado uso de los verbos: ir, admite una vuelta (14,3); marcharse, en cambio, denota la entrada en un estado definitivo, en la esfera divina, desde donde seguirá actuando. Ahí termina el camino. Los discípulos, capacitados por el don del Espíritu, han de aprender a amar hasta el final; ése será su camino. También ellos han de ir manifestando hasta dónde llega el amor de Dios al hombre. EL don de sí total los realizará plenamente y hará brillar en ellos la presencia de Dios.

domingo, 19 de marzo de 2023

Jn 13,4

 se levantó de la mesa, dejó el manto y, tomando un paño, se lo ató a la cintura.

La acumulación de verbos entre este verso y el siguiente (ocho verbos) pone ante los ojos la escena con todo detalle. Jn pinta un cuadro que debe quedar grabado para siempre en la mente de los discípulos como la última acción de Jesús con los suyos, norma de su comunidad. Muestra cómo el amor se traduce en acciones concretas de servicio. Jesús se despoja del manto, la prenda exterior, y se ciñe un paño o delantal, propio del que sirve.

La expresión dejó el manto y su correlativa del v.12 tomó el manto, están en paralelo con 10,17s: entregar la vida / recobrarla. <<Dejar el manto>> simboliza, por tanto, dar su vida; es la vida que él da por sus amigos (15,13). Pero, inmediatamente, Jesús toma un paño, símbolo del servicio. Con su acción de lavar los pies va a enseñar a los suyos cuál ha de ser su actitud y qué significa el amor leal (1,14.17): prestar servicio al hombre hasta dar la vida como él (cf. 13,34).

domingo, 16 de octubre de 2022

Jn 11,4

 Al oírlo, dijo Jesús: <<Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios; así se manifestará por ella la gloria del Hijo de Dios>>.

Jesús comenta la noticia recibida. Esta enfermedad, por ser de uno que ha dado su adhesión a Jesús, no tiene como término la muerte. El encuentro con Jesús cambia la situación y el futuro del hombre. Él entiende que hay otra enfermedad que lleva a la muerte, cuyo tipo es la del paralítico (5,5), causada por el pecado: la sumisión a la Ley de un sistema injusto. De ahí la severa advertencia que, después de la curación, Jesús le hizo al encontrarlo en el templo: No peques más (pecado = sumisión), no sea que te ocurra algo peor, la muerte (5,14 Lect.).

<<Muerte>> significa cesación de vida, la que produce <<el pecado>> (8,21). Para los que han salido del pecado, es decir, han dado su adhesión a Jesús, la vida ya no cesará, pues él comunica vida definitiva. Ésta al ser percibida manifestará la gloria de Dios y la del Hijo de Dios, presencia de Dios entre los hombres.

La mención de la manifestación de la gloria-amor alude a la escena de Caná (2,11), donde, por primera vez, manifestó Jesús su gloria. El fruto del amor, que allí prometía para <<su hora>> (2,4), se anticipa con la resurrección de Lázaro. Como todas las señales que Jesús realiza (2,11 Lect.), también ésta anticipa los efectos de su muerte (10,18) para dar vida a los suyos. Será entonces, el último día (6,39; 7,37 Lects.), cuando Jesús, al comunicar el Espíritu (19,30.34), dará al que se adhiere a él la vida y la resurrección.

La frase, sin embargo (Esta enfermedad no es para muerte), era susceptible de ser mal interpretada; los discípulos pueden pensar que Lázaro no está en peligro de morir.

sábado, 20 de agosto de 2022

Jn 10,4

 <<cuando ha echado fuera a todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz>>.

A todos los suyos Jesús los echa, los empuja fuera. La frase está en paralelo con la del templo, cuando echó de allí a todas las ovejas y bueyes (2,15b Lect.), gesto simbólico que anunciaba su programa, y con el aviso que dio al paralítico curado (5,14). El templo, lugar de la explotación, era el lugar de la muerte para el pueblo, representado por el ganado que allí se vendía.

Jesús, que echa a los suyos fuera del recinto de la institución, se opone a los dirigentes que echan fuera de ella al que había sido ciego (9,34). Con su frase les advierte que, en realidad, no han sido ellos lo que lo han expulsado, sino él quien lo ha sacado. Al conseguir la vista, el ciego estaba ya fuera de su dominio.

Él mismo les marca el camino y ellos lo siguen. <<Seguir>> describe la actitud del discípulo respecto a Jesús. Él mismo es el camino (14,6) que los suyos han de recorrer. Su voz les da seguridad, porque comunica vida (6,63: las exigencias que os he estado exponiendo son espíritu y son vida); la experiencia de vida lleva al seguimiento.

Pero Jesús no mete a sus ovejas en otro recinto. No va a crear una institución paralela a la antigua, sino a dar libertad. Los suyos vivirán con él (1,39), unidos a él (15,1ss).

Las ovejas no podían salir solas, porque no había alternativa. Jesús las saca ofreciéndoles la vida. Los que oyen su voz son los que el Padre le entrega (6,37), por eso son suyos propios. A ésos comunica vida definitiva, en ellos cumple el designio del Padre (6,39s).

domingo, 14 de agosto de 2022

Jn 9,4

 <<Mientras es de día, nosotros tenemos que trabajar realizando las obras del que me mandó. Se acerca la noche, cuando nadie puede trabajar>>.

Jesús advierte a sus discípulos que han de asociarse a su actividad. En el ciego van a manifestarse las obras de Dios por mano de Jesús (cf. 5,17-36; 3,21; 4,34), pero también los suyos han de realizarlas (cf. 14,12). Tal será la actividad del grupo cristiano (20,21: como el Padre me ha enviado, os mando yo a vosotros). Como aparece por este episodio y por el del inválido (5,3ss), las obras que Dios realiza consisten en liberar al hombre de su impotencia y darle capacidad de acción.

El plural <<nosotros>> se refiere primordialmente a Jesús, pero incluye la futura actividad de los suyos, que tendrá que seguir la misma línea de liberación. Se opone al <<nosotros>> de 9,40, contraponiendo la comunidad de los dadores de la luz a la comunidad que ciega. La visión de de situaciones de opresión y de injusticia es una llamada a colaborar con la acción de Dios.

Jesús subraya la necesidad, tenemos que trabajar, y la urgencia de la misión, mientras es de día, es decir, mientras hay posibilidad de trabajo, porque se acerca una noche que impedirá toda actividad. La noche es el período de la tiniebla. Esta puede considerarse de dos maneras: en sí misma, como principio activo de muerte (1,5), o por oposición a la luz, como espacio o período en que falta la luz-vida (8,12), cuando Dios se manifiesta ofreciendo la salvación (7,33), y hay otro en que la oportunidad pasa, el de la ausencia de la luz. Jesús tiene su día (8,56), durante el cual manifiesta la luz, que es la gloria del Padre (12,35; cf. 11,9); luego se marchará (7,33).

Llegará la noche cuando se verifique el rechazo definitivo de Jesús. Noche es el mundo sin Jesús, que es su luz. Una vez que los dirigentes del pueblo hayan hecho la opción definitiva, condenando a Jesús y rechazándolo como rey (19,14s), no se podrá hacer nada, la ruina es inevitable (cf. 7,34; 8,21). Mientras queda tiempo, hay que ofrecer la salvación.

En 6,28 la gente había preguntado a Jesús cuáles eran las obras que Dios quería que realizaran. Él les advirtió que Dios exige solo una obra: la adhesión a su enviado (6,29). Ahora, los discípulos que le dan su adhesión encuentran ante sí el horizonte de su trabajo, llevar a cabo las obras del que lo envió (5,36; 10,37). La obra primordial, la adhesión a Jesús, se traduce en obras en favor del hombre.

sábado, 30 de julio de 2022

Jn 7,4

 <<pues nadie hace las cosas clandestinamente si busca ser una figura pública. Si haces estas cosas, manifiéstate al mundo>>.

Ellos presuponen que Jesús pretende adquirir una posición de influencia y consideran incongruente su conducta. Sus palabras lo invitan a adoptar el programa mesiánico ya rechazado por él (6,15). Usan precisamente el verbo <<manifestarse>>, con el que Juan Bautista describió el objetivo de su misión (1,31: para que se manifieste a Israel). La manifestación de Jesús, comenzada en Caná, fue la de su gloria-amor por el hombre (2,11). Ellos le proponen, en cambio, una manifestación personal, para su propia gloria, que también ha sido y será rechazada por Jesús (5,41; cf. 7,18).

jueves, 14 de abril de 2022

Jn 6,4

 Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos.

Se precisa la época del año y la fecha. Aparece de nuevo la Pascua como fiesta del régimen (de los Judíos), como las de 2,13 y 5,1. Era la fiesta de la liberación y constitución del pueblo, en aquel tiempo asociada con la llegada del Mesías. En esta fecha la gente debería subir a Jerusalén (cf. 2,13; 11,55), pero seguirá a Jesús en vez de ir en peregrinación a la capital; comienza a liberarse del yugo de las instituciones (2,15 Lect.). En la primera fiesta de Pascua, Jesús denunció en Jerusalén la corrupción del templo y anunció su sustitución (2,13ss). En ésta, la segunda mencionada por Jn, se sitúa en el monte, más allá del mar, dando comienzo a su éxodo. En la primera había expulsado simbólicamente a la gente del templo (2,15), en ésta se convierte él mismo en el punto de afluencia de una multitud que pone en él su esperanza.

domingo, 17 de octubre de 2021

Jn 4,4

 Tenía que pasar por Samaría.

Podía haber ido a Galilea pasando por Transjordania; la necesidad que expone Jn es de otro orden: era necesario para la misión mesiánica de Jesús. El esposo, Hijo heredero del Padre (3,29.35), va a ofrecer su amor-Espíritu a Samaría la prostituida, que lo acepta. La nueva alianza anunciada en Caná se dirige a la humanidad entera y no va a fracasar por la negativa de los <<suyos>>. La ruta que elige era, sin embargo, la ordinaria para pasar de Judea a Galilea.

Samaría era la región considerada por los judíos como heterodoxa, raza de sangre mezclada y de religión sincretista. Existía entre ambos pueblos una profunda enemistad; los judíos despreciaban a los samaritanos, y llamar a alguien por este nombre era uno de los peores insultos (8,48). Los judíos habían destruido el templo samaritano del monte Garizín (128 a. C), lo que había exacerbado el resentimiento. En los tiempos del procurador Coponio (6-9 d. C.), algunos samaritanos habían profanado el templo de Jerusalén, durante las fiestas de Pascua, esparciendo huesos humanos en los atrios. Por eso se les prohibió el acceso al templo.

El origen del alejamiento de Samaría se debió a la política asiria, que deportó a lo más selecto de la población. La región de Samaría fue poblada de colonos asirios (2 Re 17) que, con el pasar del tiempo, se fundieron con la población hebrea restante, resultando una raza mixta que, naturalmente, mezcló también las creencias (Es 4,2-3).

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Jn 3,4

 Le objetó Nicodemo: <<¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Es que puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y nacer?>>.

De los dos sentidos de la expresión usada por Jesús: de nuevo/de arriba, Nicodemo entiende el temporal (de nuevo), no el local (de arriba). Ante la postura radical de Jesús, Nicodemo objeta; sus preguntas son retóricas y descartan la aserción de Jesús subrayando su imposibilidad. El único presente histórico en esta perícopa (le objeta en lugar de le objetó) resalta el escepticismo de Nicodemo y subraya la permanente incredulidad de los fariseos ante la propuesta cristiana. Detrás de la escena entre Jesús y Nicodemo se transparenta el diálogo entre la sinagoga y la comunidad cristiana del tiempo del evangelista; de ahí el plural en 3,11: hablamos de lo que sabemos, que incluye la experiencia de Jesús y la de los suyos después de él.

La primera de las dos preguntas de Nicodemo plantea la dificultad para él insuperable. La segunda propone una solución irónica por lo absurda: habría que volver al seno materno para nacer de nuevo, y la vida es irreversible. Su objeción (siendo viejo) califica de utopía la exigencia de Jesús; cada uno es hijo del propio pasado, de una tradición y de una experiencia; sobre ella puede construir y desarrollarse, pero es ilusorio pretender comenzar de nuevo. Al encerrarse en su pasado profesa un determinismo que niega a Dios la posibilidad de intervenir en la historia con un nuevo gesto creador; excluye así la posibilidad del cambio radical. Jesús, por el contrario, afirma la libertad: es posible romper con ese pasado, porque es posible esperar de Dios una vida nueva. Nicodemo concibe el cambio propuesto por Jesús como resultado del propio esfuerzo: el hombre tendría que desandar su camino para volver al seno materno y nacer otra vez. Para Jesús, el nuevo nacimiento no resulta del esfuerzo humano, sino de la acción de Dios, que responde a la aceptación del hombre (1,12-13).

Jn 21,24-25

  Jn 21,24a Jn 21,24b Jn 21,25  La comunidad presenta el testimonio del evangelista. Autor del Evangelio, el discípulo predilecto de Jesús. ...