sábado, 5 de diciembre de 2020

Jn 1,14b

 acampó entre nosotros.

El verbo <<acampar>> deriva en castellano de <<campo / campamento>> y connota la tienda de campaña, gr. skênê, sustantivo el que deriva el verbo aquí usado. Aparece así en esta frase una alusión a la antigua Tienda del Encuentro, morada de Dios entre los israelitas durante su peregrinación por el desierto, la primera época de Israel (Éx 33,7-10), y reemplazada mas tarde por el santuario de Jerusalén (2 Sm 7,1-13; 1 Re 5,15-19; 6,1ss). Aquella presencia de Dios queda sustituida por ésta: la tienda de Dios, el lugar donde él habita en medio de los hombres, es un hombre, una <<carne>>.

Aflora aquí el tema del éxodo, que se desarrollará en el cuerpo del evangelio a partir del 4,46b (véase El ciclo del hombre) y que era propio de la fiesta de Pascua. Jesús, de hecho, reunirá en su persona y actividad toda la temática del antiguo éxodo. Él es el Cordero de Dios, el de la nueva Pascua (1,29.36), su sangre librará a la humanidad de la muerte (cf. Éx 12,1-14), su carne será la comida de la nueva Pascua (6,55) y el nuevo maná, que llevará a los que lo sigan a la tierra prometida (6,58); él será entregado a la hora en que se inmolaba el cordero, para sustituir definitivamente la antigua pascua (19,14.16). Va a verificarse, pues, un nuevo éxodo, el paso de las tinieblas a la luz (8,12), de la muerte a la vida (5,24; cf. 6,1; 10,40); en él la presencia de Dios entre los suyos se realizará en Jesús.

<<La tiniebla>>, punto de partida del éxodo hacia la luz-vida, cubre el ámbito de <el mundo>> que odia a Jesús (7,7), personificado a lo largo del relato en los dirigentes judíos, representantes de las instituciones que quieren matarlo (5,18; 7,1; 11,53; véase 1,5 Lect.). La característica de la comunidad de Jesús será no pertenecer a ese mundo (8,23; 17,14.16), tierra de esclavitud de la que él los hará salir (4,46bss Lect.).

La alusión a la nueva tienda anuncia ya la sustitución del templo. El cuerpo de Jesús, su humanidad, será el nuevo santuario (2,19.21). Como la antigua, la nueva tienda supone una humanidad en marcha. Jesús no crea un nuevo templo, masa estática y fija; los suyos están en camino hacia el Padre (14,6). Caminan en la historia, pero no con los objetivos de la carne, sino con los del Espíritu, y sólo ellos saben adónde van (3,7; 8,14).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Jn 21,24-25

  Jn 21,24a Jn 21,24b Jn 21,25