Cuando iba ya bajando lo encontraron sus siervos, y le dijeron que su chico vivía.
Caná estaba en la sierra, Cafarnaún en la orilla del lago; el hombre va bajando la cuesta, va poniéndose al nivel del enfermo. Es entonces cuando encuentra a sus siervos (muestra de la clase social a la que pertenecía) que iban a darle la noticia. Los siervos llaman al enfermo tu chico; como <<chiquillo>>, también <<chico>> denota dependencia.
Los siervos, que no habían escuchado las palabras de Jesús, utilizan, sin embargo, su misma expresión: vive. La diferencia está en que para ellos el que vive es <<tu chico>>, mientras que para Jesús era <<tu hijo>>.
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