Hay en Jerusalén, junto a la Ovejera, una piscina que en la lengua del país llaman El Foso, con cinco pórticos.
Comienza el episodio por la descripción de un ambiente. En ella alude Jn a temas que aparecen en otros pasajes del evangelio.
<<La Ovejera>> es una denominación elíptica de <<la Puerta Ovejera>>, por donde entraban los rebaños en la capital. La supresión deliberada de <<Puerta>> priva a la denominación de su sentido dinámico; se convierte en el lugar de las ovejas. Se alude a las que Jesús expulsó del templo y que eran símbolo del pueblo (2,14s Lects.) y al discurso sobre el pastor y las ovejas (10,1ss); se prepara así de antemano la identificación de la multitud que aparecerá en el verso siguiente con el pueblo, abandonado por los dirigentes antes mencionados (5,1: los Judíos). Por otra parte, el término pórticos establece una relación entre este lugar y el templo (10,23: el pórtico de Salomón, en el mismo contexto de ovejas y pastor, cf. 10,26ss). El templo y la piscina son dos realidades relacionadas: el primero, el templo explotador (2,14ss), sede del culto antiguo que ha de desaparecer (4,21), es el lugar de la fiesta y el reducto de los dirigentes (los Judíos); la piscina, en cambio, es el ámbito del pueblo, circundado por la institución centrada en el templo (los pórticos), que lo priva de vida.
Los cinco pórticos de la piscina responden a una realidad histórica. Sin embargo, la mención de este detalle, innecesario para la narración, pero que establece la relación entre piscina y templo, insinúa un sentido más allá del histórico. Los pórticos del templo eran el lugar de la enseñanza oficial de la Ley de Moisés, que hacía de Jerusalén la ciudadela del saber teológico-jurídico del judaísmo, adonde acudían alumnos de todo el mundo conocido (cf. Hch 5,34; 22,3). Al mismo tiempo, la orden que Jesús va a dar al inválido estará en contradicción con la Ley (5,10); el tema del capítulo es la sustitución de la Ley por la persona de Jesús (5,22-23 Lectes.) y, al final, se hará mención de Moisés (5,45s), el dador de la Ley (1,17); esto hace ver que los cinco pórticos son un símbolo de los cinco libros de la Ley, bajo cuya opresión vivía el pueblo.
17-42., Hechos de los Apótoles. Reconocimiento oficial de la comunidad. Hch 5
21.., 37-22, Hechos de los Apóstoles. Primera Apología y testimonio de Pablo ante el pueblo judío. Hch 21
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