domingo, 6 de marzo de 2022

Jn 5,19-20

 Reaccionó Jesús diciéndoles: <<Pues sí, os lo aseguro: Un hijo no puede hacer nada de por sí, tiene que verlo hacer al padre. Así, cualquier cosa que éste haga, también el hijo la hace igual, pues el padre quiere al hijo y le enseña todo lo que él hace, y le enseñará obras mayores que éstas para vuestro asombro>>.

Jesús responde con fuerza (Pues sí, os lo aseguro). Describe la identidad de acción entre él y el Padre tomando pie de un hecho de experiencia, el del padre que enseña su oficio al hijo. Lo hace por cariño, y para el hijo no tiene secretos (cf. 1,14: comunicación de toda la gloria / riqueza del Padre; 3,35: el heredero universal). Pero aún no han visto ellos todo lo que el Padre puede enseñar a Jesús. El futuro les reserva sorpresas.

Con esta comparación identifica Jesús de nuevo su actividad con la del Padre: es la misma obra creadora (5,17) aprendida de él. Recalca la legitimidad de su postura y, por tanto, priva a sus adversarios de todo argumento. Lo que practican y enseñan no lo han aprendido de Dios. De hecho, ellos, que ya se proponen matar a Jesús (5,18), aprenden su actividad de otro padre, <<el diablo>>, el enemigo del hombre (8,44). La Ley, en cuyo nombre se oponen a Jesús, no es expresión de la voluntad divina, ni refleja el ser de Dios (1,17). La controversia ya no gira en torno al episodio particular del inválido (cargar con la camilla); opone la Ley mosaica, representada por el precepto del descanso (5,18a), y la persona de Jesús, que se coloca por encima de ella haciéndose igual a Dios (5,18b). Tampoco Jesús se refiere a una acción particular, sino que ha enunciado un principio general (mi Padre trabaja y yo también trabajo), que se extiende a toda su actuación. Afirma que no admite norma exterior que limite su actividad y que ellos no son quién para juzgarla, pues se trata de la actividad de Dios mismo. Excluye, por tanto, como norma, a la Ley en cuanto tal, no a una interpretación particular del precepto. A continuación va a exponerles algunos aspectos de la actividad aprendida del Padre.

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Jn 21,24-25

  Jn 21,24a Jn 21,24b Jn 21,25