Entonces le dijeron: <<Señor, danos siempre pan de ése>>.
Ante la declaración de Jesús, la gente reacciona pidiéndole aquel pan, que él miso había de dar (6,27: el que os va a dar este Hombre). Lo llaman <<Señor>>, creen en sus palabras, adivinan que Jesús puede satisfacer todos sus anhelos. Con respeto y deseo se lo piden, pero no se comprometen al trabajo, no acaban de darle su adhesión. Siguen en su actitud pasiva, dependiente, buscando el beneficio propio. Quieren recibir el pan sin trabajarlo, encontrar la solución hecha, sin colaboración personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario