<<porque no estoy aquí bajado del cielo para realizar un designio mío, sino el designio del que me mandó>>.
Como ya se ha explicado (3,13 Lect.), la expresión <<bajar del cielo>> no debe ser entendida en sentido espacial, significa que el origen de Jesús no es meramente humano, sino que hay que buscarlo en la esfera divina. Denota en concreto la bajada del Espíritu sobre Jesús (1,32), que hace de él la presencia del Padre entre los hombres (cf. 1,14). De su identificación con el Padre nace su absoluta fidelidad a su designio (cf. 5,30). El objetivo de ambos es el mismo: comunicar vida al hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario