El otro Judas, no el Iscariote, le preguntó: <<Señor, y ¿a qué se debe que nos vayas a manifestar tu persona a nosotros y al mundo no?>>.
Se trasluce la decepción del discípulo. Esperaba una vuelta gloriosa y triunfante de Jesús, y no se explica por qué va a ser sólo una manifestación personal a individuos. La pregunta de Judas recuerda la invitación hecha a Jesús por su gente: Si haces estas cosas, manifiéstate al mundo. Sigue Jn mostrando la incomprensión de los discípulos, que no renuncian a su concepción mesiánica. Judas, cuyo nombre lo pone en relación con <<Judios/Judea>> (cf. 7,1), participa de la mentalidad común, que veía en el Mesías un triunfador terreno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario