<<Salieron y se montaron en la barca, pero aquella noche no cogieron nada>>.
El verbo salir indica el paso de <<dentro de casa>> (20,26) al trabajo. La precisión temporal: aquella noche, es de primera importancia para comprender la escena. Esta mención de la noche, en relación con la labor de los discípulos, está en relación con el dicho de Jesús: Mientras es de día, nosotros tenemos que trabajar realizando las obras del que me mandó. Se acerca la noche, cuando nadie puede trabajar. Mientras esté en el mundo, soy luz del mundo (9,4s). La noche significa, por tanto, la ausencia de Jesús, luz del mundo. En la actividad de los discípulos de noche falta su presencia y su acción.
En ella no pueden realizar las obras del Padre (9,4), es decir, no pueden abrir los ojos de los ciegos, mostrar a los hombres el proyecto de Dios sobre ellos, que se realiza en Jesús y que Jesús realiza (9,6 Lect.).
La mención de la noche se hace al final de la escena, en relación con la falta de pesca. Esto muestra de nuevo que no se designa en primer lugar la noche física, sino el resultado de una actitud. Ha sido la decisión individual de Pedro y la adhesión del grupo a él (contigo) la que los ha llevado a trabajar en la noche. Es voluntad del Padre que produzcan fruto (15,2.8), y a eso los ha destinado Jesús. La infecundidad se debe a la falta de unión con él (15,5: El que sigue conmigo y yo con él, ése produce mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada). Al no estar identificados con él, no pueden amar como es necesario para dar fruto (14,15: Si me amáis, cumpliréis los mandamientos míos). No mueren como el grano de trigo; por eso no tienen capacidad de convocatoria ni de agregación (12,24 Lect.).
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