Les preguntó Jesús: <<Muchachos, ¿acaso tenéis algo para acompañar el pan?. Le contestaron: <<No>>.
Como en 20,26, cuando estaba pendiente la cuestión de Tomás, Jesús, al hacerse presente, se dirige al grupo entero y a todos dará la indicación, sin destacar a Pedro entre los demás. El problema de éste será tratado a continuación, una vez terminada la tarea y la comida comunitaria (21,15ss).
El término que usa Jesús para dirigirse a ellos indica afecto: Muchachos (chiquillos). Con su llamada, interrumpe la infructuosa labor. Les pregunta si tienen algo para acompañar el pan. El alimento de Jesús consistía en llevar a cabo el designio del Padre, en dar remate a su obra en el hombre (4,34). Tal es el que pide a los discípulos. Por parte de Jesús, la obra está terminada (19,30); él tendrá pan y pescado, que les ofrecerá más tarde, pero ellos tienen que contribuir continuando su misión (21,9-10).
El grupo entero está desorientado ante el fracaso, puesto en evidencia por la pregunta de Jesús. A su interpelación responden secamente, todos a una, mostrando su decepción. En ausencia de Jesús no pueden realizar el designio del Padre.
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