<<Pero también vosotros daréis testimonio>>.
El testimonio de los discípulos ante el mundo continúa el del Espíritu en la comunidad. El Espíritu de la verdad va a estar en ellos (14,17), y así su voz será la del Espíritu (3,8). El enfrentamiento entre Jesús y el mundo no va a terminar con su muerte: al contrario, va a multiplicarse por medio de los suyos.
El Padre realiza su designio: dar vida al hombre (6,40), enviando a Jesús, a quien comunica plenamente su Espíritu (1,32-34; 3,16s; 4,34; 5,30; 6,39.40). Jesús lo comunica a los suyos para que continúen su obra. El Espíritu, en su testimonio acerca de Jesús, la interpreta (14,25-26 Lect.); el grupo, que recibe ese testimonio, renueva en cada época la obra de Jesús, y en eso consiste su propio testimonio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario