viernes, 6 de enero de 2023

Jn 11,17

 Al llegar Jesús, lo encontró que llevaba ya cuatro días en el sepulcro.

Se pensaba que la muerte era definitiva a partir del tercer día, cuando la descomposición empezaba a borrar los rasgos del difunto. Cuando llega Jesús, Lázaro está definitivamente muerto, nadie puede dudar de ello.

Sin embargo, según el valor simbólico de la cifra <<cuatro>> (totalidad indeterminada) la frase llevaba ya cuatro días en el sepulcro parece indicar la situación en que Jesús encuentra a Lázaro. El sepulcro significa la ausencia de vida (por eso lo hará salir Jesús de él); los cuatro días significarían la totalidad del tiempo pasado: el sepulcro ha sido el destino de la humanidad desde el principio. La muerte de Lázaro ha sido asimilada por los suyos a la muerte de siempre, sin esperanza, según la condición común de la humanidad, de la que Jesús ha venido a sacar al hombre. Esta interpretación se verá confirmada por el significado de la <<cueva>> (11,38b Lect.) y por la repetición de la cifra <<cuatro>> en 11,39.

SÍNTESIS

El grupo de Jesús es una comunidad de hermanos y amigos en la que rigen relaciones de afecto y el amor es activo. El afecto de Jesús e igualmente el de los discípulos debe afrontar el riesgo para ayudar al que lo necesita. La comunidad cristiana, que aún ve en la muerte la interrupción de la vida, no ha alcanzado la plenitud de la fe, por no haber comprendido la calidad de vida que Jesús comunica. El miedo a la hostilidad del mundo nace precisamente de esa falta de fe, que teme morir. Jesús no elimina la muerte física; pero, para quien ha recibido de él la vida, la muerte no es más que un sueño.

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