quien no hace caso al Hijo no sabrá lo que es vida.
Para el que ha conocido a Jesús no hay término medio entre darle su adhesión o volverle la espalda. Pero, siendo el Hijo el único dador de vida, quien no se adhiere a él no tendrá ni lejana experiencia de lo que ésta significa.
Sigue el contraste con Moisés, que no era Hijo, sino siervo en la casa de Dios (cf. Nm 12,7: mi siervo Moisés, el más fiel de todos mis siervos). La vida se obtiene solamente por la fe en Jesús; los que piensan obtenerla por su adhesión a Moisés se engañan (5,45-47). Y los que se niegan a escuchar al Hijo desprecian al Padre (5,23).
No hay comentarios:
Publicar un comentario