sábado, 25 de marzo de 2023

Jn 13,24-25

 Simón Pedro le hizo señas de que averiguase por quién podría decirlo. Reclinándose entonces sin más sobre el pecho de Jesús, le preguntó: <<Señor, ¿quién es?>>.

El discípulo puede permitirse un gesto de total intimidad y, echándose hacia atrás, se apoya sobre el pecho de Jesús y le pregunta sin rodeos. Entre él y Jesús no hay barreras. Pedro, en cambio, no puede tomar la iniciativa y hacer la pregunta; no está inmediato a Jesús, no comprende su amor ni acepta ser amado (13,8). La barrera que lo separa aparecerá en 21,15: ¿me amas más que éstos? (ibíd. Lect.).

Así como el discípulo a quien Jesús quería, por estar inmediato a Jesús, conoce a Jesús y al Padre, Pedro no los conoce. Puede llegar hasta Jesús solamente a través del otro, como no lo reconocerá sino por indicación suya (21,7).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Jn 21,24-25

  Jn 21,24a Jn 21,24b Jn 21,25