domingo, 19 de marzo de 2023

Jn 13,8a

 Le dijo Pedro: <<No me lavarás los pies jamás>>.

Negativa rotunda de Pedro. No acepta en absoluto que Jesús se abaje; cada uno ha de ocupar su puesto. Defender el rango de otro es defender el propio. No aceptar el gesto de Jesús significa no estar dispuesto a portarse como él.

En este pasaje, donde Pedro se opone a la acción de Jesús, lo designa el evangelista, por primera vez en la narración (cf. 1,44), únicamente por el sobrenombre (Pedro). Comienza a dibujarse el significado que Jesús le atribuía en su primer encuentro (1,42 Lect.).

Pedro conserva aún los principios del <<mundo>>, cree que la desigualdad es legítima y necesaria. La iniciativa de Jesús crea un grupo de iguales; el líder abandona su puesto para hacerse como los suyos; esto lo desorienta y él lo rechaza. Como la multitud de Jerusalén, quiere que Jesús sea el jefe (12,13: el rey de Israel); no acepta su servicio ni, por tanto, su muerte por él (12,34; 13,37). Había reconocido que las exigencias de Jesús comunicaban vida definitiva (6,68s), pero cuando llega el momento de la acción de Jesús, que interpreta sus palabras, no la acepta. Sigue en la mentalidad de 6,15, cuando quisieron hacer rey a Jesús, aunque éste se había puesto al servicio de la gente (6,11). No entiende lo que significa amor, pues no deja que Jesús se lo manifieste.

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Jn 21,24-25

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