Los judíos del régimen lo criticaban porque había dicho: <<Yo soy el pan bajado del cielo>>.
Los adictos a la institución religiosa lo criticaban. De hecho, la frase que atribuyen a Jesús es ligeramente diversa de la que él había pronunciado antes: el pan bajado del cielo, iterada o continuamente, como la lluvia del maná (6,33); se refería al don del Espíritu, a la comunicación de vida de Dios al hombre. Ellos ponen la frase en pasado, el pan bajado del cielo, refiriéndose a un momento histórico particular.
Jesús hablaba de su misión de dar vida, que es continua; ellos, en cambio, se refieren al origen divino que se deduce de esa misión, y no lo aceptan.
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