domingo, 31 de julio de 2022

Jn 7,25-26

 Unos vecinos de Jerusalén comentaban: <<¿No es éste al que tratan de matar? Pues miradlo, habla públicamente y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que es éste el Mesías?>>.

Los vecinos de Jerusalén están al corriente de la intención de los jefes. Expresan su extrañeza, pues no ven cómo pueden conciliarse dos hechos: por una parte, quieren matar a Jesús; por otra, lo dejan hablar en público en el mismo templo, sin tomar medidas. Nace en ellos la duda: ¿Será que los jefes se han convencido de que es éste el Mesías? En la capital, en su primera visita al templo, el gesto mesiánico de Jesús había provocado una reacción en contra por parte de las autoridades (2,13ss); al notar ahora la pasividad de los dirigentes, los vecinos de Jerusalén se preguntan si habrán cambiado de parecer. Aparece aquí un grupo de gente pendiente de la opinión de los jefes.

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Jn 21,24-25

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