<<pues nadie hace las cosas clandestinamente si busca ser una figura pública. Si haces estas cosas, manifiéstate al mundo>>.
Ellos presuponen que Jesús pretende adquirir una posición de influencia y consideran incongruente su conducta. Sus palabras lo invitan a adoptar el programa mesiánico ya rechazado por él (6,15). Usan precisamente el verbo <<manifestarse>>, con el que Juan Bautista describió el objetivo de su misión (1,31: para que se manifieste a Israel). La manifestación de Jesús, comenzada en Caná, fue la de su gloria-amor por el hombre (2,11). Ellos le proponen, en cambio, una manifestación personal, para su propia gloria, que también ha sido y será rechazada por Jesús (5,41; cf. 7,18).
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