<<No me elegisteis vosotros a mí, os elegí yo a vosotros>>.
El dicho de Jesús se refiere a todo discípulo. Si en 6,70 se aplica a los Doce, éstos, en consecuencia, representaban a la comunidad cristiana en cuanto pueblo nuevo, independiente del antiguo Israel y heredero de sus promesas.
Es cierto que Jesús no rechaza a ninguno de los que se acercan a él (6,37), pero esa afirmación no denota una actitud pasiva por su parte, puesto que existía ya un amor previo a la decisión del hombre. El amor de Jesús la precede y la sigue, sin forzarla. En cierto modo, Jesús ha elegido a la humanidad entera, puesto que ha venido a salvar al mundo (3,17; 12,47); al acercarse el hombre, esa elección queda concretada y realizada por la acogida de Jesús. La frase expresa la experiencia de todo cristiano, que, aunque consciente de su opción libre, sabe que no puede atribuir sólo a su iniciativa la condición de miembro de la comunidad de Jesús. Su acercamiento a él ha sido una respuesta. Esta conciencia es el fundamento de la acción de gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario