lunes, 23 de agosto de 2021

Jn 1,45c

 <<Es Jesús, hijo de José, el de Nazaret>>.

Felipe identifica a Jesús por su familia y lugar de procedencia. En 6,42, Jesús volverá a ser identificado por sus adversarios como <<el hijo de José>>. Allí, con artículo (<<el hijo>>), denota, en efecto, su paternidad legal.

Aquí, en cambio, sin artículo, podría aludir al anuncio profético contenido en Ez 37,15-28. Dios encarga al profeta que ejecute una acción simbólica: cogiendo dos varas que escriba en una <<Judá>> y en la otra <<José>>, y que las ate para formar una sola vara. La acción se explica con la promesa de unir los dos reinos, Judá e Israel, congregar a los israelitas expatriados y establecer un solo rey sobre todos. Cesará la idolatría, Dios los purificará de sus pecados y se establecerá la relación armónica entre Dios y el pueblo (37,23: <<Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios>>). El futuro rey se identifica con David, único pastor de todos. Quedará asegurada la fidelidad a la Ley (37,24: <<Caminarán según mis mandatos y cumplirán mis preceptos, poniéndolos por obra>>). Dios hará una alianza perpetua de paz con ellos (37,26), los acrecentará, pondrá su santuario entre ellos para siempre, y eso será para las naciones paganas la prueba de que Dios consagra a Israel.

El contenido de este texto profético responde perfectamente a la descripción de Jesús hecha por Felipe a Natanael: Al descrito por los profetas, que sugiere el Mesías davídico; Jesús sería para Felipe el David redivivo, que habría realizar la unidad de Israel, asegurar el cumplimiento de la Ley, llevar el pueblo a la prosperidad y la nación a la gloria. La misma repetición del nombre de Nazaret (1,46) parece insinuar algo más que la mera indicación de origen. Al ser el único dato que recoge Natanael en su pregunta, el autor atrae la atención del lector sobre ese detalle. De hecho, el título derivado (ho nazôraios) tiene una importancia especial en el momento cumbre del prendimiento (18,5.7); la afirmación repetida de que buscan <<al Nazareno>> parece resumir todas las razones de la captura (18,5). En el letrero de la cruz, finalmente, esa denominación está asociada al título de rey (19,19); y allí queda como un título perenne, como la escritura única y definitiva de la comunidad cristiana (cf. 19,19ss Lect.). En su evangelio, Mateo (2,23) asocia el título <<Nazareno>> a Nazaret y ve cumplidas en él las profecías mesiánicas (cf. Is 11,1: neșer). El pensamiento de Jn parece estar en la misma línea; de ahí la confesión final de Natanael: Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel (1,49), que anticipa el título de la cruz.

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Jn 21,24-25

  Jn 21,24a Jn 21,24b Jn 21,25