Natanael le preguntó: <<¿De qué me conoces?>>. Jesús le contestó así: <Antes que te llamara Felipe, estando tú bajo la higuera, me fijé en ti>>.
El juicio positivo de Jesús deja perplejo a Natanael, persuadido de que Jesús no lo conocía. La respuesta a su pregunta es, a primera vista, enigmática; Jesús afirma haberlo elegido antes que Natanael lo conociese. El llamamiento de Natanael no es en realidad obra de Felipe; su elección estaba efectuada. Esto confirma de nuevo que Natanael figura a los israelitas fieles, según la alusión contenida en las palabras de Jesús (estando tú bajo la higuera). La mención de la higuera, que sigue a la afirmación <<verdadero israelita>>, muestra que estas palabras aluden a Os 9,10 (LXX): <<Como racimo en el desierto encontré a Israel, como en breva en la higuera me fijé en sus padres; pero ellos fueron a Baal Fegor, se consagraron a la ignominia y los amados (de Dios) se igualaron a los abominables>>.
En este pasaje describe el profeta dos épocas en la historia del pueblo: la de la elección y la de la apostasía. La calificación <<verdadero israelita>> que aplica Jesús a Natanael, el hombre sin falsedad, lo califica como uno que conserva la autenticidad de la primera época y no ha traicionado a su dios. Así, como antiguamente escogió Dios al antiguo Israel, ahora Natanael, es decir, los israelitas fieles, han sido escogidos por Jesús para formar parte de su comunidad.
Estas palabras de Jesús precisan el concepto de Israel en boca de Juan Bautista: cuando afirmaba que su bautismo con agua tenía por objeto que el que llegaba se manifestase a Israel, aludía en primer lugar a la parte del pueblo que se había mantenido fiel a Dios y a la esperanza de sus promesas (cf. Sof 3,12s: <<Dejaré en ti un pueblo pobre y humilde, un resto de Israel que se acogerá al Señor, que no cometerá crímenes ni dirá mentiras, ni tendrá en la boca una lengua embustera>>). Natanael representa a este pueblo y lo simboliza. <<Israel>> en es Jn la denominación noble del pueblo de la antigua alianza, opuesta a <<los judíos>>, que designa a aquellos que por su adhesión al sistema injusto dominante en la época de Jesús son de hecho infieles a Dios y han renunciado a sus promesas (1,19).
Muestra Jesús su intención de integrar al verdadero Israel en la comunidad mesiánica, renovando la elección hecha por Dios antiguamente (Os 9,10 LXX).
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