martes, 31 de agosto de 2021

Jn 3,1

 Ahora bien, había un hombre del grupo fariseo, de nombre Nicodemo, jefe entre los Judíos.

Nicodemo es presentado como <<un hombre>> de los que Jesús conoce lo que llevan dentro (2,25). Queda así unida esta parte a la precedente. Es uno de los descontentos con la situación, que ven en Jesús un Mesías reformador. Sin embargo, el nombre de Nicodemo está flanqueado por dos precisiones.

La primera declara que era fariseo, determinando su afiliación religiosa. El grupo o partido fariseo se distinguía por su adhesión y fidelidad a la Ley mosaica y a la tradición interpretativa que sobre ella se había formado. Sus miembros tenían gran influjo sobre el pueblo por su fama de observancia y religiosidad. Esperaban y deseaban el reino de Dios, pero no por medios violentos, sino a través del cumplimiento exacto de la Ley, cuya observancia aceleraría la llegada del Mesías y, con él, la del reinado de Dios. El primer dato que da Jn sobre este personaje, su afiliación farisea, domina sobre los otros dos, el nombre propio y el cargo. Nicodemo se define, en primer lugar, como el hombre de la Ley antes que por su misma persona. Su fidelidad a la Ley aparecerá en otra ocasión, oponiéndose en nombre de ella a sus mismos compañeros de grupo (7,50s).

La segunda precisión que presenta Jn es la del cargo: jefe entre los Judíos, es decir, miembro del Gran Consejo (Sanedrín); los <<jefes>> aparecen como las autoridades supremas (7,26.48; 12,42) y entre ellos se encuentran los sumos sacerdotes y ciertos fariseos, como es el caso de Nicodemo (cf. 1,19; 7,32.45; 11,47: convocaron Consejo). El grupo fariseo era el más influyente, dominaba por el miedo aun a los miembros del Consejo (12,42). Todos estos grupos están incluidos en la denominación <<los Judíos>>, que abarca a todos los adictos al régimen.

Nicodemo es, por tanto, un fariseo influyente, que pertenece al órgano supremo del gobierno judío. Es una figura representativa que, de hecho, hablará en plural (3,2: sabemos). La escena va a describir, por tanto, un diálogo de Jesús con los representantes de la Ley, entendida en su sentido religioso y espiritual como sabiduría, norma de vida y medio de perfección para el hombre. Nicodemo está en la línea de los que propugnan la reforma espiritual del pueblo partiendo de su aplicación y observancia exacta. La actuación de Jesús durante las fiestas de Pascua había provocado un movimiento de adhesión incluso en las altas esferas (cf. 12,42).

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Jn 21,24-25

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