<<Le contestaron: <<A Jesús el Nazareno>>. Les dijo: <<Soy yo>>.
Felipe, después de ser llamado por Jesús, lo había identificado como <<el de Nazaret>>, procedencia que, para Natanael, era sospechosa (1,45ss). Ahora se le da por título <<el Nazareno>>; éste es el dato que sobre él conocen los que vienen a prenderlo y que parece sintetizar la causa de su detención.
De hecho, como en la descripción de Felipe, esta denominación no indica solamente procedencia (1,45b Lect.), señala al descendiente de David, por alusión a Is 11,1 y a otros profetas. El vástago de David es víctima de una conspiración, como su antepasado. Seiscientos hombres había desfilado ante David, como aliados suyos (2 Sm 15,18); aquí se encuentra el mismo número (el batallón), pero de enemigos.
Jesús se identifica él mismo, no hacen falta contraseñas. La expresión Soy yo es la que lo designa como Mesías (1,20 Lect.), el descendiente de David. Él acepta la denominación, para ellos sospechosa y que va a figurar en el motivo de su condena: Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos (19,19).
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