Por eso dijeron sus padres: <<Ya es mayor de edad, interrogadlo a él>>.
Estas personas viven atemorizadas, no se atreven a desafiar a sus opresores. Según los dirigentes, es malo que el ciego haya visto, porque el hecho se opone a su Ley. Se oponen así ellos a la experiencia humana, invierten los valores elementales. Los padres no pueden manifestar alegría ni mostrarse agradecidos a Jesús. Podrían ser considerados como renegados y apóstatas.
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