<<Me buscaréis, pero no me encontraréis>>.
La decisión es urgente, pues llegará el día en que necesiten un salvador y ya no estará a su alcance.
Continúa la alusión al discurso de la Sabiduría, que había comenzado con el grito de Jesús (7,28):
<<Cuando los alcance como tormenta el terror,
cuando les llegue como huracán la desgracia,
cuando los alcancen la angustia y la aflicción,
entonces llamarán, y no los escucharé;
me buscarán y no me encontrarán>> (Prov 1,27-28).
Es la llamada de la Sabiduría o Sensatez, para prevenir una ruina que no está lejos.
- Proverbios CAPÍTULO 1.
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